Cuando te quieres… puedes: La autoestima y rendimiento escolar
Generalmente, el alumnado con buen
rendimiento escolar correlaciona con tener una buena autoestima. Estos
estudiantes tienden a confiar en sus competencias, dado que esto es causa-efecto
(sé hacer-> apruebo), y a sentir autoeficacia.
La autoestima académica (cómo se valora en
la situación escolar) es muy importante dentro de la autoestima global. Alumnado que tiene un buen desempeño escolar,
por lo general no presenta problemas de autoestima, y sienten autosatisfacción, también en otros
ámbitos. Ante bajo rendimiento escolar, en cambio, se tiende a presentar una
baja motivación por aprender, desciende el esfuerzo, se quedan con una
sensación de frustración por sus experiencias de fracaso, se sienten poco
eficaces y se evitan desafíos escolares. Normalmente estos alumnos/as,
presentan una autoestima baja. En el caso de lograr algún éxito tienden a
atribuirlo a causas externas (suerte, facilidad de la prueba...) y los fracasos
a causas intrínsecas (no puedo, no soy capaz,....) con lo que estas
atribuciones tienden a empeorar su autoconcepto con un alto costo emocional,
siendo el freno al desarrollo de la autoestima.
En concreto estudiantes con dificultades de
aprendizaje (problemas en la lectoescritura, del lenguaje, concentración....)
tienden a presentar rendimientos bajo o muy inestables, y muchas veces,
experimentan fracasos escolares. Su autoestima se aprecia disminuida debido a
esas experiencias de fracaso repetidas.
El fracaso escolar supone que los
problemas de rendimiento escolar y consiguiente baja autoestima y ansiedad
generada no sólo le afectan al alumnado, sino que también repercuten en su
núcleo familiar. Éstos a su vez reaccionan de manera tal que en ocasiones agravan
el problema, con castigos, retiro de afecto o desvalorización. Si la familia es
exigente, crítica o etiquetadora correlacionará con descenso de interés,
bajará su autoestima y estará en constante actitud negativa por la baja opinión
que se tiene. Si la familia apoya al niño/a mostrándole confianza en sus competencias
(sean las que sean, es importante aceptarlo) y dándole apoyo necesario, a pesar
de mostrar dificultades, se logrará mantener una autoestima adecuada.
Por lo tanto, una respuesta adecuada desde el contexto
escolar y familiar, logrará evitar que se produzcan efectos emocionales
secundarios a las dificultades de rendimiento escolar.
Si es necesario reconducir u obtener
estrategias en el ámbito familiar para paliar una situación similar a la que
hemos comentado, no dudes en contactar con Centro Te Motivan.
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